¿Cuándo dejé de ser la más bonita?
¿Has escuchado del síndrome de Blancanieves?
¡Hablo en serio!

Este síndrome hace referencia a la distorsión de la imagen que una persona tiene de sí misma con respecto a su juventud y belleza y la envidia que siente hacia personas más jóvenes que considera más atractivas.

Vivimos en una sociedad en donde uno de los atributos que más se valora es la apariencia física. Hay un sin fin de productos como vitaminas, cremas, tratamientos,  aplicación de botox, rellenos y cirugías que nos prometen detener el paso del tiempo.

¿Por qué este terror al paso del tiempo? ¿Por qué sentimos que dejaremos de valer lo mismo cuando hayan aparecido las arrugas y sea mucho más difícil conseguir un abdomen plano?

¿Por qué queremos competir con nuestras hijas o con las hijas de nuestras amigas? ¿Será porque antes una mujer de 40 se veía como una señora mayor y ahora podemos dar una imagen más juvenil?  ¿Sentimos terror a envejecer?  Quererse ver más joven no tiene nada de malo, me parece maravilloso poder retrasar un poco el paso del tiempo, siempre y cuando no se convierta en una obsesión que te lleve a creer que es la única fórmula para alcanzar el éxito.

Porque, de ser así, corremos el riesgo de  convertirnos  en una de esas personas sin expresión en el rostro, con hoyos en las mejillas o la boca chueca capaces de inyectarse lo que sea por lucir con menos edad, a veces a costa de su salud, obsesionadas en vestirse como jovencitas.

Lo hemos dicho antes, la imagen es apasionante pero NO cuando se convierte en nuestro único interés y cuando todo gira alrededor de ella.

Celebremos la vida y cada línea de expresión en nuestro rostro, arreglémonos para sentirnos muy bonitas y usemos prendas adecuadas a nuestra edad. Te gustan las minifaldas?  ¡Úsalas! De un largo adecuado .

La competencia es con nosotras mismas , no con las demás. Compitamos para ser mejores  personas y ¿por qué no? para sacar el mayor provecho a nuestras características físicas, para lucir estupendas, aceptar nuestra edad y los cambios que vienen con ella.

Agradezcamos nuestra edad y todas las vivencias que tenemos gracias a ella. Celebremos la salud y la vida.

Y si en la celebración podemos lucir bonitas pero sobre todo felices.. Misión Cumplida.